Samsung a la baja

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Algún día tenía que suceder, incluso para Samsung. El gigante tecnológico de Sur Corea, por primera vez en mucho tiempo, ha visto en este último trimestre resultados decrecientes en comparación a anteriores periodos. ¿Qué quiere decir? Que si bien Samsung sigue siendo el fabricante más importante del negocio de venta de dispositivos móviles, su crecimiento se ha detenido para pasar a un considerable retroceso. ¿Será el comienzo del fin para Samsung?

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Como podemos observar, Samsung ha disminuido tanto su volumen de envíos como su participación de mercado en comparación del tercer trimestre del año pasado, algo que preocupa tomando en consideración que su Galaxy S5 se ha estado vendiendo recién en estos últimos meses.

«El modelo que por tantos años le funcionó a la perfección está perdiendo su efectividad»

En verdad sí, es un poco temprano para alarmarse y empezar a correr en círculos alrededor de la oficina gritando de desesperación, pero definitivamente es un llamado de atención para Samsung, para que se dé cuenta que el modelo que por tantos años le funcionó a la perfección está perdiendo su efectividad frente a nuevos competidores como Huawei o Mi (antes Xiaomi), que si bien basan actualmente su poder en el mercado chino, poco a poco están llegando a más y más mercados, por lo que si Samsung no hace algo al respecto ahora que aún tiene la sartén por el mango, seguramente en 3 o 4 años tendrá mucho por lo cual lamentarse.

«Los fabricantes chinos aún no pueden igualar la monstruosa cadena de distribución que actualmente posee Samsung»

¿Y qué hacer? En verdad es complicado. Tenemos a marcas chinas como Mi, Lenovo o Huawei (por solo citar las más importantes) que cada vez venden mejores terminales, que en muchos casos le pueden plantar cara a los buques insignias de marcas más conocidas como LG o Sony, pero siempre ajustando el precio al mínimo. Y si bien con el boom de los envíos mundiales es cada vez más fácil conseguir un terminal directamente desde el continente asiático, los fabricantes chinos aún no pueden igualar la monstruosa cadena de distribución que actualmente posee Samsung y que hace que un terminal pueda llegar en un solo mes (o menos) a cientos de mercados. Cuando los chinos puedan llegar a tener la confianza de los grandes operadores internacionales y su cadena de distribución alcance cuando menos un nivel intermedio, será el momento en el que el liderazgo de Samsung empezará a flaquear. El día tal vez no esté tan lejano.

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